A mis ángeles

No me alcanzarían las palabras para agradecer a todos el aliento y cariño que me brindaron.

Leí todos los comentarios , mails y mensajes de texto en mi celular.

Algunos angelitos más íntimos llamaron a mi casa, desde muy lejos y otros más cercanos.

Realmente los necesitaba.

Pero todos me dieron tanto cariño que pude tener la fortaleza para ayudar a mi padre.

Él está a salvo. Durante más de veinticuatro horas supe por primera vez qué es la línea entre la vida y la muerte y la vi en primera fila.

Uds me dieron la fuerza para tener en mi mano con una sola firma y mi sola aprobación familiar su vida.

Es verdad, los amigos son ángeles, los que tengo cerca, los que conozco hace años.

Pero hoy quiero agradecer a los que conocí en este medio.

Esas voces que me endulzaron estos días, esos mensajes que leí hoy en el chat, esos más de cuarenta mails, que me hicieron decidir por escribirles a todos.

Dicen que Dios nos da dos manos, una para ayudarnos a nosotros mismos pero la otra para ofrecerla al otro. Sentí todas esas manos. Sentí toda esa fuerza.

Escuché sus oraciones junto a las mías.

Les aseguro que no tuve un solo segundo de duda que mi padre se salvaba, y eso era en contra de los pronósticos médicos.

A pesar de encontrar profesionales excelentes y seres humanos mejores aún vestidos en esas batas blancas.

En los peores momentos, estuve sola.

Ante la decisión final, escuchar su pronóstico y estar en terapia con permiso médico a su lado.

Antes y después de la intervención.

Solo Dios sabe por qué se dio así. Mi madre y mi hermano no estaban por circunstancias ajenas a ellos.

Como me dijo una amiga :"tenías que estar ahí"...y les aseguro que fue asi.

El acercamiento con mi padre fue tal, que hasta el día de hoy dice que me vio en todos lados , lo estuve en realidad, pero insiste en que yo estaba en el quirófano.

Me vio exactamente del lado que yo imaginaba estar, para darle fuerzas.

Y viví algo tan extraño, tan humano como especial durante cinco minutos de mi vida en esa sala de terapia intensiva, con otro ser humano, que no puedo en este post explicarlo. Espero poder hacerlo en otro.

Siempre digo que "estoy"...y leí en montones de líneas y en varios lugares esa palabra para mi...no lo dudé de ninguno de Uds.

Estuvieron conmigo, es la única explicación que encuentro ante la fuerza y paz que tuve todo ese tiempo y sobre todo viendo ese "casi milagro" que ocurrió con su recuperación.

Hoy mi padre está en su casa desde el mediodía, hoy pude levantarme de mi cama.

Me traje de recuerdo un virus de esa sala de terapia que me agarró con los guantes bajos.

Hoy me levanté gracias a uno de esos ángeles, que me llamó por segunda vez para darme fuerzas para hacerlo. Y lo logró.

La felicidad del amigo nos da felicidad.

Sus penas se vuelven nuestras , porque hay un maravilloso lazo invisible que nos une.

La amistad es bella, por sí sola, sin necesidad de elogios con que la adornemos.

Para el que tiene un amigo, no existe la soledad...yo los tengo y Uds (todos) me tienen.

"Una sonrisa es una luz en la ventana del alma que indica que el corazón está en casa".

El mío ya llegó, estoy en casa...y mi mano está extendida para mis ángeles.

Gracias de corazón.

Miles de besos