Preferí esta foto papá. Me recuerda cuando llegabas del trabajo con un traje parecido y me alzabas en tus brazos y mi primer pregunta era qué me habías traído.
Y tu respuesta era "nada".
Era una ceremonia, sabías que te iba a revisar los miles de bolsillos de ese traje, porque en dos al menos había caramelos. Siempre en bolsillos diferentes.
Obvio tenían precio, un precio que adoraba pagar. Muchos besos.
Adorabas ese juego al igual que yo.
Adorabas saludarme por las noches y acompañarme a mi cama e irte con un seco hasta mañana. Para volver de sorpresa a hacerme cosquillas y los dos reirnos hasta el cansancio, hasta que un grito de mamá cortaba todo.
Se que eso duro pocos años, pero para mi fueron suficientes.
Me cuesta no verte, no tenerte.
A pesar que estoy consciente que estás bien y que debías irte, te extraño horrores, te lloro cuando puedo y ahora estoy enojada y ni se con quién.
No es con la Vida, no podría, no es con Dios, aunque a veces lo miro de reojo.
A Él le pedí que te salvara de esa terapia y ese dolor y lo hizo, y creo que te concedió la muerte que deseabas.
Tampoco es con vos, no podría jámás. Debías irte, lo presentí, al igual que vos.
Vos hace unos meses, yo el día anterior.
Sabía que algo iba a pasar, pero no lo vi con claridad y creo que ese es mi enojo.
No llegué...ese día iba a verte.
No me dejaron ir, ese virus fue fuerte y no quería contagiarte. Pero ese día esperaba el llamado, yo iba a acompañarte al médico. Jamás les hiciste caso a mamá ni a tu hijo.
El llamado lo recibí, pero para decirme que te perdimos.
No podía creer que te miraba en esa cama y ya no me veías.
Que desde ese día que te cuidé en la sala, y con mi tos a cuestas, no te vi más, solo hablé por teléfono.
Que no pude pasar el último día del padre con vos.
Eso si quisiera que algún día Dios me lo explique, te juro que es lo primero que voy a hacer en cuanto te alcance, y más le vale que tenga una explicación que me convenza.
Me hice cargo de todo papá. Ni yo podía creerlo.
Mi primera vez con todos esos temas tan tristes. Aunque la presentí hace años, no sabía de tu última voluntad, mi hermano me la comentó, pero no pudo acompañarme, aún hoy está shockeado.
Fui sola y yo decidí todo, organicé todo, intenté cumplir con tu deseo al pie de la letra y a la vez cuidar a los que quedaban. No fue fácil, estaban todos en un estado que me hicieron temer por otra desgracia.
No tuve otra que "tomar el volante y conducir" como vos decías.
Lamento si te molesto el párroco. Juro que cuando lo vi llegar ya en tu despedida, y a pesar de mis lágrimas, casi saco una sonrisa.
Pensé que en cualquier momento revivías y le ibas a cuestionar y discutir lo inútil de la Iglesia, o le dirías como al que te casó , que estaba ebrio.
Para colmo al principio no entendía ni una palabra lo que decía y tuve que morderme los labios para no sonreirme.
No se lo que dijo, yo solo pensaba en vos...y acompañé a mamá.
No puedo recordar nada malo respecto a vos. Hasta tu super exigencia, tu extrema demanda, creo que terminé comprendiendolas ahora.
Me exigiste demasiado, fuiste duro a veces, llegué a llorar a escondidas cuando crecí porque ya no me abrazabas.
Solo me exigías hasta con la mirada.
Pero jamás te desilusioné. Rendí al máximo y más.Sabía que eso te hacía feliz y me acercaba a vos.
No puedo olvidar que vos me enseñasta a amar el mar, a nadar en él a los tres años, a amar a los animales, a cabalgar, a conducir , a amar la velocidad, la adrenalina.
Tengo tus genes. Soy tu reflejo y estoy orgullosa de eso. Somos dos rayos idénticos. Dos volcanes que nos costó estar cerca, pero nos necesitábamos al mismo tiempo.
Se que deseaste un varón primogénito pero ya desde ese momento nací para desafiarte.
A veces no sabías qué hacer conmigo y me daba cuenta.
Pero vos me enseñaste a ser rebelde, a que nadie me imponga nada, a defender mis derechos, a luchar contra la injusticia y te olvidaste que al primero que iba a enfrentar era a vos. Vos eras la autoridad. No había otra papá.
Recuerdo tantas anécdotas que no me alcanzaría un blog entero.
Una en el mar me marcó para toda la vida. No tenía más de cuatro o cinco años y me probabas nadando muy lejos de la orilla.
Sentiste mi miedo al mirarla tan lejos, pero como no dije nada, solo me dijiste " la orilla es para los débiles, no para nosotros".
Se que esa frase marcó mi vida, que me costó caro y aún todavía me cuesta.
Bajar mi autoexigencia no es fácil. Pero ese "nosotros" fue lo más lindo que escuché.
Me sentí parte tuya. Ya se notaban las ausencias en mi vida, y vos me integrabas a la tuya.
No dije nada ,solo seguí flotando agotada y ahí me alzaste bien arriba y feliz.
Me pusiste a tus espaldas y tomada de tu cuello nadaste sacandome del mar.
Fui muy feliz papá. Todo lo que me enseñaste fue por algo. Creo que alguien debía ser así y lo sabías.
Estos momentos lo demuestran. No podía creer cómo nadie reaccionaba ese 24 de junio. No pude creer verme ordenar tu deseo sola, ir a ver si te trajeron.
Acompañar a mamá, soportar sus demandas y sus palabras hirientes, que se que las dice por dolor, no creo que se de cuenta.
Acompañar a mi hermano y tenerle paciencia. Que me llame por las noches, porque dice que solo tiene paz cuando me escucha.
Aunque te parezca mentira, estamos más unidos que nunca. No te prometo nada, sabés que no lo hago. Es muy difícil que yo prometa. Porque la cumplo con mi vida.
No se qué va a pasar, pero ahora lo comprendo, él no puede, necesita tiempo. Es un chico en un cuerpo de hombre. Vos lo describiste así.
Con mamá intento ser paciente, creo que va a trastornarme pronto, si no empiezo a imponerme, no paré los cinco días que siguieron a tu partida.
No dejó nada por hacer.
Tenías razón, no se cómo la soportabas, debías amarla mucho. Y yo que pensé que no se querían.
Voy a intentar comprenderla, sabés que somos blanco y negro. Pero lo intento.
No te reclamo la falta de abrazos, los te quiero que no escuché, las caricias que apenas me diste en cada entrada o salida de un quirófano.
Vos no supiste lo que eran, y me diste todo. Hubieras dado la vida por tu familia, hubieras dado la vida por mi.
No entiendo mucho por qué te tuviste que ir tan pronto, justo cuando estuvimos tan juntos otra vez, tan solos los dos en esa terapia, cuando me llamaste después de tantos años como lo hacías cuando era muy chica, cuando vi que si tenías miedo, y que eras un ser humano no un dios.
Que estabas en esa orilla pidiendo ayuda y esta vez yo te la di a vos.
Donde en un silencio o un susurro te dije que te quería, donde te prometí que no iba a dejarte y que ibas a salir.
Donde nunca tuve dudas que no te ibas a morir ahí, a pesar del diagnóstico de los médicos que solo yo escuché. No se lo conté a mamá ni a Guillermo. No hubieran podido soportarlo.
Y tuve razón, saliste. Y como si hubieras ido de paseo.
Los médicos lo llamaron:tomar las cosas a tiempo, milagro.
Yo lo llamé fortaleza, energía, fe.
Yo te regalé la mía antes , durante y después de la operación. Por eso me dijiste que me viste en todos lados, hasta en el quirófano.
En el lugar que creíste verme, fue en el que yo imaginé estar papá. Te daba fuerzas desde afuera, se que puedo hacerlo, no me preguntes cómo pero no es la primera vez que lo hago y por vos hubiera hecho más.
Estuve papá, estuve con vos en todo momento.
Solo te pido que hagas que te sienta aunque sea cada tanto, te extraño muchísimo.
Dame fuerzas porque a veces pienso que no voy a poder, es mucho y ellos no pueden. Me piden, me llaman y yo no se decir que no.
Nada va a ser igual, por más que me digan que la vida continúa.
El jueves cumple años Guille, y pronto es el mío y no quiero pensar en eso, no quiero pensar en las fiestas de fin de año sin vos, desearía que no existan.
Tal vez algún día sepa por qué debiste marcharte tan pronto. Tal vez te necesitaban ahí arriba. Solo espero que no armes una revolución. No creo que allá dejen hacer eso.
Espero que tengas paz.
Que veas desde allá crecer a tus nietos, sentirte orgulloso de ellos.
Pronto nace tu quinta nieta, se que la viste en una ecografía el día anterior a tu muerte.
Por eso se que organizaste todo, hasta el marcharte sin despedirte.
Hasta el morirte dormido, tal cual dijiste una vez, que sería lo mejor.
Sos increíble papá, por eso puedo decirte que no te quise nunca.
Te adoré...y te adoro.
Fuiste el único que se interesó por mis cosas, mi estudio, mi segunda carrera, mi blog, mi futuro.
No te lo dije, pero iba a dedicarte ese título que dentro de seis materias ya obtengo.
Lo haré a mi manera.
Es increíble que esto tenga que escribirlo acá, pero deseo leerlo muchas veces.
Todo pasa por algo, todo pasó por algo.
Quiero regalarte la foto que más te gustaba de mi, la que presenciaste vos .
La primera que salgo de esa forma por la insistencia del fotógrafo que debía sonreir .
Me dijiste que nadie podía decirme qué hacer en mi vida y debía dejarlo bien claro.
Y eso hice.
Le saqué la lengua y te encantó. La hiciste poner en el centro del cuadro.
Suficiente para que mamá no la viera por semanas, insista en "el demonio" que era y no se cuántas cosas más dijo.
Suficiente para que mis hijos, mis sobrinas y toda criatura que llega a tu casa me señale y se vaya con la convicción que si se puede sacar la lengua.
Lo sigo haciendo pa. En casi todas las fotos adoro hacerlo .
Se que estás conmigo de alguna forma. No podría explicarlo jamás pero te siento. Debo haberte soñado más de cinco veces por noche. Pero deseo que estés en paz.
Y si podés dame fuerzas, porque a veces me agoto y tengo miedo de pegar un portazo y dejar a todos con sus demandas. Sabes como soy. Voy a intentar estar calma pero si tengo que contestarles, lo voy a hacer.
Pronto te llevo al mar, como deseabas.No es fácil en estos momentos, tené paciencia.
Ya no me va abrazar el mar solo. Voy a sentir tu abrazo.Voy a amarlo más de lo que lo amo.
Me olvidaba, me quedo con tu auto.
Voy a cuidar a tu hijo pródigo, pero ya le saco ese espantoso adorno que prometí arrancarte, voy a tocar el motor para que reaccione a mi gusto cuando acelero.
Y esos neumáticos nuevos de los que estabas orgulloso, te prometo dejarlos lisos.
Si a partir de ahora hago cosas que no te agradan, lo siento papá.
Girá la cabeza, tapate los ojos o divertí a alguien con tus anécdotas.
Allá están todos los padres de mis amigas, yo era la única con papá.
No mires. No te amargues. Vos me enseñaste a que mi vida es solo mía.
Y a partir de ahora no habrá límites para mi. Así me educaste y así soy.
Te quiero, te extraño, te siento...y nos vemos.
No todavía, decile que ni lo sueñe.
Tu hija.