En el parque de Malena...

Sentí un ruido que se acercaba. Cada vez más cerca.

Me senté en la cama y miré sin poder creerlo. Una avioneta sobrevolaba mi casa y un piloto me saludaba.

Era amable y me preguntó si deseaba conocer algo hermoso, un parque, un parque que yo solo conocía por medio de las letras de una amiga.

Subí a su avioneta, volamos lejos , muy lejos. Ni siquiera sabía donde estábamos.

Aterrizó en un hermoso parque, dejó que bajara y solo me despidió con una sonrisa.

Miré alrededor y sentí que conocía ese lugar. Era el parque de Malena.,...el parque donde ella pasea a Mr Wiper, mi ahijado.

Comencé a caminar por esos caminos que ella relata que el recorrerlos le dan tanta paz.

Deseé sentir lo mismo...cuántas veces lo había deseado mientras la leía!!..

Sentí que algo corríó hacia mi y saltó a mis brazos.

Mr Wiper, mi hermoso ahijado, el perro de Male....nos abrazamos, por primera vez.

Le pedí que me acompañara en mi paseo y lo tomé en brazos como un bebé.

Qué paz se sentía en ese parque, pude pensar...pude aceptar los silencios.

Male tenía razón, no todos los silencios tienen por qué significar soledad.

Solo en ese lugar pude por primera vez sentirlo así....amé ese silencio.

Miraba las hojas de los árboles como si las mirara por primera vez en mi vida.

A lo lejos divisé un árbol. No cualquier árbol.

El roble de Malena, el roble de mis cuentos...

Mr Wiper saltó de mis brazos y corrió hacia él como mostrandome el camino.

Me acerqué a ese roble....y lo miré encantada.

Recordé los cuentos de mi niñez, donde siempre detrás de un árbol así, hermoso y majestuoso, había algo, duendes ,hadas, personajes de fantasía que llenaban mi alma.

Estaba en esos pensamientos cuando varias alitas salieron de su fronda....eran hadas!!.

Todas me rodearon y sonreían. Y yo a ellas.

Parecía un momento soñado durante tanto tiempo.

Cuando era niña soñaba que esas hadas venían a buscarme y me llevaban muy lejos..a un lugar donde podía ser feliz...donde todo era fantasía.

Donde las lágrimas no eran necesarias. Y los silencios no dolían.

Sentí que alguien me miraba fijo.

Busqué a Mr Wiper y ya estaba jugando con una rama del roble, saltando y ladrando, llamando la atención.

Ese árbol me obserbaba...ese roble podía transmitirme palabras.

Parecía salir de un cuento , como si él no perteneciera a ese espacio.

Sentí sus palabras en mi cabeza. Me dijo que Malena escribía mucho sobre ese parque, porque paseaba seguido por él.

Ellos siempre la observaban en sus paseos con Wiper. Y sabían que algún día escribiría algo sobre ellos.

Me acerqué a acariciar ese hermoso árbol, como si pudiera con eso abrazar a la persona que lo ve siempre.

Tenía ganas de verla, de abrazarla, faltaba ella en ese parque tan hermoso.

Pero comencé a sentir que eso no podía ser real.

Que mi corazón y mi deseo me hicieron viajar hasta ese lugar.

Un lugar donde mi amiga encuentra paz, un lugar de ensueños, donde en cualquier lugar una puede escuchar el silencio sin tener miedos.

En ese parque dejé mis miedos, en ese parque pude escuchar el silencio por primera vez...en ese parque sentí más cerca a mi amiga.

Abracé a Wiper y solo caminé en dirección contraria.

Sabía que algún día iba a ir al parque verdadero.

Iba a ir a buscar a mi amiga que seguramente estaría caminando con las manos en el abrigo pensando en algún recuerdo, en algo que luego nos regalaría en sus escritos.

Sabía que algún día existirá un libro, un libro de fantasía donde un roble podrá hablar, y las hadas volar.

Un libro que al leerlo nos permitirá sentir las niñas que llevamos dentro.

Esa niñez que nunca perdemos, pero que casi siempre olvidamos que es un tesoro que jamás saldrá de nosotros.

Que en vez de desearla como algo perdido ,deberíamos amarla y cuidarla, como nuestra propia alma.

Y ese día abrazaré a mi amiga de verdad....ya no en un sueño, ya no será solo un deseo.

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Para vos Malena..FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!

T´estimo molt bessona...

Molts petonets de " tu demonio".

Fotos: la foto de la avioneta es real, el hijo de Malena.

Las otros dos de Don Google.