Como todos los días despertó lentamente. Se desperezó en la cama, acariciando las sábanas.
El sol se veía a través de la ventana e iluminaba su cuerpo como un foco a una actriz de película.
Se observó. Estaba completamente desnuda.
Esa noche había roto todos los tabúes de su vida. Su enseñanza religiosa, su moral, sus costumbres, su propia represión.
Sintió escalofríos por un momento pero los detuvo a tiempo.
No podía olvidar esas caricias, ese sentir de una mujer nueva, de una hembra a punto de parir otra vida. Una nueva vida. Su propia vida.
Una sonrisa embelleció su rostro. No pudo dejar de sonrojarse.
A veces sentía esa timidez extrema aún en su soledad, y a veces sus impulsos más felinos y femeninos gritaban por salir a la superficie. Todo al mismo tiempo, todo dentro suyo.
Mientras recordaba esas caricias y esos besos, inmediatamente algo cortó sus pensamientos.
Quizás ya no era tan joven. Tal vez no había obrado bien.
Eso lo haría una chiquilla inmadura. No ella. No una mujer con una vida hecha, una profesión importante. Un cargo de ejecutiva. Alguien a quienes muchos admiraban, varias envidiaban y montones de hombres deseaban , sin que ella lo percatara.
Se enojó consigo misma.¿ Por qué nunca podía disfrutar de esos momentos de placer en su vida, sin antes terminarlos con una frase negativa, una reprimenda o un "pero" oportuno?
Se sintió triste de no poder gozar algo tan normal y deseado por millones de mujeres en el mundo.
Se levantó de golpe de la cama, abrió la ventana y al iluminar la luz todo su cuarto , se vio reflejada en el espejo.
La imagen le devolvía una mujer muy distinta a la de ayer. Quizás sus pechos ya no eran erguidos como años anteriores, ni sus formas tan redondeadas.
Pero su piel relucía, por primera vez en mucho tiempo, resplandecía como un manto de alhajas.
Sonrío otra vez.
Había disfrutado de su cuerpo con sensaciones indescriptibles y eso la hacía sentirse bella.
La noche había sido larga y llena de lujuria y pasión. Recordó que ella fue protagonista de esa noche y excelente su perfomance. Se volvió a sonrojar, pero sin dejar de sonreír.

Hubiera querido retenerlo un poco más. Pero así habían acordado. Él debía partir hacia la capital, su trabajo lo esperaba...y su familia.
Hacía años se conocían y compartían muchas reuniones de trabajo, incluso congresos.
Hacía muchos años se sintió atraída por ese hombre y lo escondió.
Sin saber que él sentía lo mismo por ella. Pero jamás se hubiera acercado sin su permiso.
No era una mujer de aceptar solo una noche de placer, ni relaciones efímeras.
Los recuerdos de la noche la envolvieron otra vez. Se recostó en la cama y su mente voló hacia ellos.
Jamás se había mostrado como una gata en celo. Siempre lo había soñado hacer, pero la rutina en su hogar, a veces , lograba matar todo deseo extra.
Ese hombre se sintió feliz por ser su presa.
Esa noche no era la seria y respetuosa mujer de negocios, la perfecta mujer de familia.
Solo tuvo deseos de buscar ese cuerpo cálido que deseó tanto tiempo.Ese cuerpo que había ocupado sus sueños durante meses.
Ese hombre que le ocupaba parte de sus días , aunque ella se resistiera.
Las palabras de amor fueron la escenografía perfecta para esas caricias que se prodigaron los dos cuerpos en un pacto silencioso y antiguo entre esas mismas sábanas.
Hoy amaneció en un cuarto. Que no tenía nada que ver a su habitación. Todo lo que observaba era desconocido para ella.
Donde anoche había gemidos y palabras suaves y atrevidas, hoy existía el silencio.
Se estiró nuevamente sobre esas sábanas para sentir su perfume.
Estiró sus piernas y sus brazos ocupando casi toda la cama.
Y se sintió una mujer nueva e infinitivamente bella.
No permitió que la culpa saliera a destruirle esos recuerdos. No permitió que esos pensamientos negativos, la hicieran sentir tan infeliz. No permitió nada que cortara esa sensación única que había soñado durante tanto tiempo.
Una mujer nueva, una hembra como todas, en celo y con hambre de un hombre al que deseaba, y tal vez amaba en cierta forma.
Su cuerpo se aflojó y lentamente sus párpados cerraron esa obra maestra de ese nacimiento de una nueva existencia.
Una mujer totalmente nueva, o tal vez la mujer que estuvo encerrada en la jaula de su cuerpo y la prisión de su mente durante tantos años.
Cuando despertó vio la luz del sol iluminando su cuerpo. Lo quiso , lo amó , lo admiró.
Y ahí se percató al mirar a su alrededor, que era su habitación. Que recién despertaba de una larga noche de ensueños y deseos.
Pero ya su cuarto no era el mismo. Y ella tampoco.
Se prometió a partir de ese día , ser una nueva mujer. Sentir cada deseo hasta su última fibra de femineidad que exisitiera en su ser.
Sonrío y salió a la vida. Para vivirla sin "peros"....para ser una bella mujer con sus deseos y pasiones a flor de piel.
Para volver a nacer...
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Para todas y cualquier MUJER...para poder vivir sin culpas, ni represión, tabúes, ni falsa moral.
Para vivir en libertad y en paz como nuestro género se lo merece.
Para quienes deseen ser "nuevas mujeres". Quienes deseen nacer de nuevo.