miércoles, 27 de mayo de 2009

Ausencia

Mi corazón, mi alma y mi ser
te extrañan.
Ni el tiempo ni la distancia
fueron jamás nuestros amigos.
Trato de reirme de tal forma
que mi risa ahogue el llanto
que a veces contengo
que a veces me ahoga.
Trato que mi risa sea tan fuerte
que ni yo misma pueda escucharlo.
Pero por las noches ,
cuando no puedo reir
y mi cuerpo, mi corazón
y mi alma preguntan por vos,
siento que me desgarro
porque no tengo nada que decir.
Salvo desear que seas muy feliz.
Jamás podría amarte de otra forma.
Como vos me enseñaste,
vivir el momento, disfrutar la vida,
jamás un adiós, sino un hasta luego.
Au revoir...
t.a.